World of Tanks


Como cualquier fetichista, el jugador de nicho es difícil de satisfacer. La gran mayoría de ingenieros y contadores (y sus hijos) que supieron ser la primera generación de jugadores de PC, allá por finales de los ochenta, hoy se sienten alienados por el pasatiempo que una vez los tuvo pegados al monitor. Es raro que un tipo que se volvió loco con simuladores de Microprose y estratégicos de SSI se enganche con Call of Duty: Modern Warfare y StarCraft 2.

Afortunadamente, el oriente salió al rescate de este olvidado grupo de gerontes jugones. Esta vez no me refiero a Japón (o Uruguay), sino a Rusia, la madre patria de los juegos para veteranos que les gusta leer manuales. Si bien en occidente este nicho de fanáticos de la historia militar quedó en segundo plano hace más de una década, en el ex-bloque soviético aun se le rinde culto a estos juegos y todavía producen experiencias de altísimo calibre como Theatre of War, Men of War, Silent Hunter y IL-2 Sturmovik.
World of Tanks, el último en esta orgullosa línea de juegos de guerra rusos es, quizás, el más raro. No tanto por el concepto, ya que después de todo mezclar un simulador de tanques de la Segunda Guerra Mundial con un juego de acción online y salpicarlo con un meta-juego de progresión es una buena idea. Lo extraño es que con una fórmula tan rara y con un nombre tan boludo hayan logrado acumular más de tres millones de jugadores en menos de tres meses.

Primero lo obvio: Avemariaputísima, que nombre más estúpido. No sé de quién fue la idea de asociar un simulador histórico de tanques con el juego de rol online más pre-digerido del planeta, pero lo hicieron y les salió bien. Me cuesta imaginar a un pibe que viene jugando World of Warcraft hace años, corriendo instancias para juntar hombreras de +1000 puntitos, y que al ver WORLD OF TANKS en letras metálicas conjuró la imagen de su juego ideal. Pero bueno, seguro que el que eligió el nombre está tomando caipiriñas en Bora Bora preparando su charla para la GDC mientras que yo probablemente muera congelado en mi cama esta noche.

Detrás de un título absolutamente ridículo se esconde un juego muy interesante. Imagínese una partida de Counter-Strike pero con tanques en vez de tipos. Un 15 contra 15, gana el equipo que mata a todos sus oponentes, el que capture la base enemiga en menor tiempo o lo que ocurra primero. Hasta aquí, nada de otro mundo, pero el hecho de que no haya opción para apagar el friendly-fire, algo que quedó en el olvido en la mayoría de juegos modernos, habla de una apuesta distinta.

Desde la primera partida se nota que es un juego de acción diferente. Los tanques son lentos y pesados, alcanzar buena velocidad toma tiempo y espacio y recargar cada tiro puede tardar varios segundos. Pero la experiencia es mucho más rica gracias a estas cosas y no a pesar de ellas. Los tiroteos son muy estratégicos y dramáticos, con mucho mano a mano donde apretamos los dientes, mirando directo a la boca de un cañón enemigo, y rogamos que nuestra tripulación recargue ese último tiro más rápido que la del otro tipo. Como todo en estos días, el lento ballet de muerte de estas bestias de acero no ocurre en un vacío. El gancho radica en que cada acción exitosa nos otorga puntos de experiencia y dinero para mejorar nuestro tanque, entrenar a su tripulación o comprar tanques nuevos y reclutar más y mejores soldaditos que los manejan.
World of Tanks cuenta con tanques reales, entre famosos blindados de combate y prototipos, pertenecientes a Rusia, Alemania y los Estados Unidos entre 1930 y 1950. Para aquel que no es enfermo de este tipo de cosas, están todos separados por categorías (como tanques livianos, pesados, destructores y piezas de artillería auto-propulsadas), con código de colores y números. Cada rol es bastante simple de entender y el juego inclusive gratifica acciones de apoyo como detectar tanques enemigos, así que no hay un estilo de juego que predomine sobre el resto.

Honestamente, no hay que conocer la diferencia entre un Pzkpfw III y un Sherman para disfrutarlo, es todo auto-explicativo y no muy complicado. Pero si sos un aparato de esos que pintaba modelos a escala de Bf-109s y puede identificar visualmente buques de guerra históricos, entonces esto tiene otro aliciente. La fascinación masculina con el armamento debe tener alguna base en el inconsciente masculino que desconozco. En World of Tanks es inevitable que la charla vaya a qué tanque tiene el cañón más grande y qué tanque aguanta más. La imagen de 30 tipos en Internet absortos en una charla fálica sobre milímetros de diámetro y espesor puede no ser para cualquiera, pero con el público indicado toca una fibra nerd que lo hace irresistible, aunque me cueste reconocerlo.

Además, seamos sinceros, este es un juego completamente alienígena para mujeres. Es un mito que a las minas no les gustan los juegos de acción ¿pero uno de combate de tanques históricos? Es entendible, ya que fuera que los gráficos estén muy buenos, tanques como el Su-85 tiene un aspecto que solo una madre puede amar. Es el típico juego que tu novia copada espía desde lejos y después de sufrir un rechazo visual inmediato te dice que sos un tarado y que no colgaste bien la toalla del baño.


Solo una madre...
Por lo menos los tipos que juegan a esto son, en general, mayores que la media. Charlando en el chat oficial dentro del juego hice un breve relevamiento de las edades y la media fue 35, muy por encima de la demográfica de 17-32 de casi cualquier juego de acción. Gracias a esto, la comunidad es más educada, receptiva y con un humor mas adulto y ácido que la gran mayoría de juegos online actuales. Perdí la cuenta de las veces que me gritaron "DIE NIGGER FAGGOT" en Killzone 3, mientras que en World of Tanks un tipo me quiso decir cagón y tiró "Konil, linda movida francesa". Un genio.

Con un precio ideal de casi 2GB de descarga y cero pesos, el juego ofrece 150 tanques, soporte para clanes, guerras territoriales entre ellos y apoyo constante con mapas y tanques nuevos. Se puede pagar, opcionalmente, para incrementar la cantidad de experiencia y plata que se gana en cada partida y por algunos detalles menores, como munición que hace un poco más de daño (que no usa nadie) y algunos tanques Premium.

Esta extraña fórmula y su éxito, más extraño aun, sin duda pavimentarán el camino para más experimentos de nicho. Por lo pronto, ya hay una pelea por cual será el simulador de vuelo gratis por excelencia, ya que Wargaming.net está trabajando en World of Warplanes y Gaijin Entertainment prepara World of Planes (ni hablemos de los nombres). Es muy lindo ver tanto movimiento en géneros que dos años atrás estaban considerados muertos, lo que prueba que la solución frente al olvido es la adaptación y el cambio.

Juan Pablo Bouquet está preparando un juego que va a tener el mejor nombre de la historia con tan solo tres caracteres. Veanlo sufrir en Tetabester todos los lunes y sábados.

1 comments:

Damian Silberstein dijo...

Genial comentario. Ya estoy re pordrido de los munditos medievales/fantásticos repletos de....nada. WOT muestra, por lo menos, algo nuevo bajo el sol.

Publicar un comentario

Twitter Facebook Favorites RSS