Por qué no voy a jugar Diablo III

 

La decisión reciente de Blizzard de convertir una sana experiencia de exterminio satánica (llamada adorablemente “Diablo”) en una cruza entre deporte virtual y mercado grisaceo es el punto de partida de la columna de hoy. Espejos reflejando espejos, como en un montaje de Bergman o el baño de Pibelandia en Miramar, donde no importa donde quisieras desviar la vista, siempre ibas a terminar mirando una poronga.


A los nueve años (no se preocupen, las historias de porongas terminaron en el párrafo anterior) aprendí a jugar al ajedrez, a lo largo de varias partidas en casa de mi abuelo con varios miembros de la familia, que me transmitieron como pudieron los rudimentos del juego. Con estas reglas, aprendidas y estudiadas, me senté a jugar en el equipo de ajedrez de mi escuela, refugio de desertores de educación física, que lo que no tenían de valientes lo tenían de competitivos. Nueve años tenía cuando me senté frente a un salame de mi edad, confiado de mis skillz con el alfillz, y perdí el partido en cuatro jugadas. Claro. Me hicieron el infame “jaque mate pastor”.

El mate pastor desbalancea horrible el Ajedrez. Espero que pronto saquen un patch.

El mate pastor, como tu primera muerte por sniper o el primer bestia que te acorrala contra la pared en Street Fighter II, es un “exploit”, un curso de 3 minutos en la realidad de la competencia. Todo se tira por la borda en el momento de enfrentarte con otro tipo. La elegancia de las reglas, la variedad del juego, la narrativa épica que uno le quiere impartir a la partida se doblan y se parten frente a la ferocidad del uno contra el uno: el objetivo es ganar, y los caballeros terminan con Vilcapugios y Ayohumas. Single-player o barbarie.

John Walker lo explicó claramente en su columna más reciente, y aunque todavía creo en que el juego social está lleno de posibilidades, la realidad xenohomoagorafóbica de la experiencia multiplayer me deja claro que no hay lugar para la exploración, para la observación, para tomarse los 8 segundos que lleva leer los objetivos de una quest en World of Warcraft o siquiera experimentar con algunos saltitos en Portal 2 cuando el nivel DEBE terminarse lo antes posible. ¡Mirá si perdemos el achievement!

Siete años después, sigue siendo la explicación más clara del fenómeno multiplayer

La muralla china que separa las “campañas” (palabra que amo y espero que nunca muera) de las arenas multijugador se va erosionando, pero no en el ghetto consolero como hubiera sido de esperar sino en la noble PC, donde Terraria y Minecraft parecen sugerir que tu aventura solo existe cuando otros la ven, y Blizzard decidió de repente que todos los juegos fueran World of Warcraft.

Diablo III te va a obligar a jugar conectado a Internet. El cinismo inmediato es implicar que Blizzard solo quiere gambetear a la piratería, y aunque eso tenga algo de verdad, a la empresa le importa mil veces más el yanqui que paga juego, DLC y expansiones que el argento que se torrenteará la versión hackeada de su juego 48 horas después de lanzarlo. No, lo que quiere Blizzard es... exactamente lo que Blizzard dice que quiere. Una plataforma limpia donde todos compitan en igualdad de condiciones. Aunque hay algunos más iguales que otros.

¿Ves por que tenés que invertir en una armadura?
Dice el refrán: “Si no puedes competir contra el chino explotahumanos, únete a él”, y Blizzard construye en una sola jugada la sweatshop más grande del mundo, población: vos. La “Casa de Subastas” del juego hace que puedas comprar y vender toda clase de equipo con solo unos clicks y un depósito en Paypal. La promesa es doble: si sos demasiado tronco para competir, poné unos pesos y convertite en el más capito de diablo. Y si tenés demasiado tiempo libre, pasá 16 horas buscando ese escudo épico, que venderás por 4 dólares en la casa de subastas. Total, compres o vendas, una tajadita va para Blizzard. Y justo cuando nos habíamos olvidado de que los había comprado Activision.

Existen mil prejuicios alrededor de los videojuegos: te enseñan a matar, te hacen una persona distraída y violenta, te destruyen la vista y atentan contra tu estado físico... todas paranoias, una sola de las cuales afecta a la industria, y es que los videojuegos son una pérdida de tiempo.

Es una verdad absoluta, por supuesto - una pérdida de tiempo como el sexo con forro, el consumo de vino tinto, o dormir hasta las tres de la tarde un domingo. En otra columna dije lo mismo y como soy vago (culpa de los juegos) lo repito: el placer no tiene por qué tener una utilidad o ser productivo. La única razón por la que uno juega es porque está buenísimo.

Lo lindo del placer es que hace a la gente actuar de forma muy, muy estúpida.
Pero uno está educado por católicos (como bien decía Antares en un comentario del otro día), y como buen católico siente culpa por los miles de horas de placer infantil que nos dieron los videojuegos y la reemplazamos por la servidumbre tranquila de alcanzar objetivos, de cumplir la tarea y recibir una virtual palmadita en la cabeza.

Para esto están los “achievements”, los rankings de Call of Duty Elite y Battlelog, los puntos de experiencia que plagan cada videojuego y ahora, la monetización de nuestro tiempo perdido de Diablo III: la ilusión de productividad, de avance, de autosuperación que funciona de zanahoria colgada de un palo para los perritos de Pavlov que los gamers demuestran ser a los ojos de la industria.

Por eso yo no voy a jugar Diablo III.

Porque cada vez que leo “eSport” se me nubla la vista, y las letras se deforman hasta que terminan deletreando “eWork”.

Nacho Esains pide disculpas por no poner ni una imagen de Diablo III en su nota. Su argumento es que el juego sería menos feo si lo protagonizara Hugo Guerrero Marthineitz. Mandale fotos de este engrendo de Blizzard diciendo que son imágenes de lo nuevo de Atlus a @Fichinescu.

14 comments:

Facundo Mounes dijo...

¡Si aparece Silvina Luna en Diablo III lo jugamos todos!

Nacho Esains dijo...

La verdad que sí. ¡Así pixelada y con ese fondo de bajo presupuesto parece una chica del Night Trap!

Konil dijo...

Te banco a muerte con que Diablo III es un choreo, como todo lo que hace Blizzard, pero no entiendo la pica con el gaming competitivo.

Esport es una palabra boluda, pero es un nombre boludo para algo muy copado. No entiendo cual es la relacion entre el intento de Blizzard de hacer guita monstruosa y los juegos competitivos.

HardCore2K dijo...

Este Blog cada vez me gusta mas!! algo que empieza con un Jaque Mate Pastor y termina con Silvina Luna dandole del pico es amor puro (?).

Nacho Esains dijo...

Nunca digo que esté mal, digo que no me gusta, que no me interesa. Mi visión de los juegos no tiene nada, pero nada que ver con el deporte, y el aspecto competitivo me parece el menos interesante del gaming, por mucho. Sean los battlegrounds de CoD Elite o un two-player entre amigos.

No hay una forma correcta de jugar singleplayer, mientras te estés divirtiendo, pero cuando jugás multi, jugás para ganar, si no le estás cagando la experiencia al otro. Llamalo el contrato social del Player 2.

Yo suelo jugar muchos más juegos que los que termino porque los objetivos de los juegos (terminar, por ejemplo) suelen interesarme bastante poco. El juego se me suele agotar cuando me dejo de divertir.

Me parece que los eSports son tan copados como las Speed Run, el fan fiction, platinar juegos, o el modding. Cosas que tienen tan poco que ver con mi experiencia personal como garcharte el agujerito del medio del disco de Trespasser.

Y personalmente, no quiero jugar Diablo III porque no tengo ningún interés en registrar mi desempeño del juego en un perfil público. Prefiero salvar el mundo en Tales of Bondhiola o lo que tenga a mano.

Lo que me gusta de los juegos es la libertad de decidir yo como me involucro con la obra. Los achievements, competencia, y rankeos, convierten al juego en otra cosa. Algo que ya no es mío, un espacio, un servicio... no son ideas que me gusten.

Antares dijo...

¡Aaaaaaahmenombró! *Muere feliz y fangirleada*

Ahora me cierra todo: lo de la autosuperación no funciona porque usan zanahorias con perritos.
Con conejos capaz hubiera andado la cosa (o burros, talvez). xD

Pantenegro dijo...

No se si tiene que ver con la charla :P

Pero a mi me gusta jugar MP. Y no me comprometo con ganar sino con divertirme. Odio entrar a una partida de MK y ver que mi contrincante usa siempre el mismo personaje y peor si usa siempre el mismo combo. Que gracia tiene hacer eso? El participar con contrincantes que no dependen de una IA para mi se vuelve muy divertido y entretenido. Pocas veces me pongo en modo "competidor" la verdad que no tiene mucha gracia para mi eso. Y ultimamente si lo hago es solo con amigos ya que la gracia entra en las charlas y roces que se generan afuera y no en el juego en si.
Darle bola a los logros y esas boludeces depende de uno

Patoland dijo...

Doble ventana todo bien, pero para cuando una nota sobre PIBELANDIA MIRAMAR EH?? con reportajes y todo! I dare you!

Nacho Esains dijo...

Acepto el desafío... ¡Mire que ni bien termine mi obra maestra de la literatura modernwarfariana huyo a Miramar a meditar! Ahí haré el megarreportaje pictorrico.

Y Pante: el compromiso al jugar MP es competir, o cooperar en pos de un objetivo. Vos podés divertirte sin hacerlo, pero si te metés en, digamos, un servidor de Call of Duty sin el propósito de competir, estás cagándole la diversión a los miembros de tu equipo, que asumen que estás jugando para ganar. Lo mismo si te sentás a jugar Winning con un amigo... podés estar cagándote de risa, pero igual vas a estar jugando para ganar.

Pantenegro dijo...

Mira, muchas veces empece un juego y primero experimento, no nazco sabiendo. Es mas, lo hago siempre. Si sale bien joya, sino sera otra vez. Y me chupa un huevo si al resto le calienta, si quieren jugar para competir que vayan a una partida cerrada. Yo juego para divertirme y si el resto se aburre que se joda, por algo es una partida publca. Cuando juego con el clan la cosa cambia, y como dije antes para mi la diversion entra por otro lado, ya que el juego traspasa el juego en si y despues vienen los asados o birras de por medio. Con un amigo jugar por jugar es diferente, o me entiende que lo que quiero es divertirme, o arreglamos y jugamos para ganar pero que despues no tire la bronca de lo sucio que puedo ser.
Jugando al MK o al SSF4 ninguno de mis amigos te puede decir que se aburre, por el contrario se divierten mucho porque tiene mucha variedad a la hora de pelear. No soy truquero ni me gusta andar valiedome de trucos con el solo hecho de ganar. Me gusta aprender y que el resto tambien.
En estos casos me resbala y juego igual. Gano, pierdo, no me importa, no me pueden echar, la cosa para mi es la diversion y listo. Cuando de chico jugaba a la pelota y se calentaban... Y bueno, no jugue mas. Para que? Porque el resto no sabe jugar me tengo que aguantar que se calienten?
Por lo menos asi lo veo yo

Nacho Esains dijo...

Bueno, esa es tu experiencia personal. El punto de todo esto no es si a mí me gusta o no jugar MP (¡no me gusta! Prefiero el asado y la birra sin joystick), sino que no me parece una dirección inclusiva para los juegos, a futuro, que la estructura de juego MP (basada en objetivos) afecte a un juego que puede existir en Single Player. Mi personaje de Diablo II es una isla. Mi personaje de Diablo III tiene un perfil público y es parte de un ranking mundial. A mí no me interesa que así sea, pero no voy a poder jugar de otra manera porque el Sr. Blizzard necesita perpetuar su casita de subastas.

No digo que está mal. Digo que no me gusta, que no me parece que sea una dirección agradable.

Pantenegro dijo...

Entiendo, la verdad es una pedorrada. Mas buena sobre la inclusion MP en los RPG me parece que es la que se da en Demons Souls.

Nacho Esains dijo...

Exaaaacto... gran ejemplo de juego donde lo social está en un segundo plano y no intruye, ni en la fantasía ni en tu ritmo de juego.

Waltz dijo...

muy buena nota, que representa en gran parte lo que siento sobre no solo este sino muchos titulos actuales que solo logran aumentar mi cariño hacia el virtuanes. el contenido social tanto en juegos como en todo lo referido a las interacciones por web, es un fenomeno desde el punto de vista historico, relativamente nuevo, y no nos hemos imunizado a gran parte de sus efectos invasivos. somos potencialmente especiales y mientras el tiempo se nos escapa leyendo un muro de facebook o tratado de superar el tiempo de un amigo en un circuito de autolog, vemos como la tontita que juzgabamos de inferior en el cbc ya se esta por recibir.
el punto mas triste es que esto hace que jugar pase de ser un ocio placentero a una responsabilidad estresante... y sin goce de sueldo.

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