
Skyrim no estaba en mi lista de juegos grosos que estoy esperando, voy a confesarlo. A pesar de que terminé Oblivion y Fallout 3 en periodos de profundo embole, nunca fui un entusiasta del sabor Bethesda de juegos de rol.
Mí desencanto con estos tipos comenzó con Morrowind (extrañamente, el mejorcito de la serie). No tengo un problema con el gameplay, los controles o la filosofía detrás del juego, simplemente me parece que todos ellos carecen de alma, un condimento clave para el genero. Después de tantos juegos increíbles en el gran resurgimiento rolero de finales de los 90’, el traspaso al 3D removió uno de los componentes que encuentro mas vitales en un juego de rol: la imaginación.
Cuando BioWare te daba personajes que eran veinte pixeles por diez, era mas fácil querer a ese mundo y sus habitantes porque mucho de lo que ocurría estaba en nuestras mentes, era un pacto de ficción casi inmediato y sin ninguna dificultad. El juego proveía el dialogo y el escenario y uno aportaba el drama y el detalle. Morrowind, con sus personajes ultra detallados y sus diálogos con voces grabadas fueron el sueño dorado del equipo de marketing de Bethesda y de Nvidia, pero ofrecían una experiencia robotica y estéril.
Hubiera ayudado mucho el modelo para las mujeres no se pareciera a Maria Julia Alsogaray |
En términos de escala, Skyrim no hace casi nada para remediar esos problemas, pero lo poco que intenta hacer le sale bárbaro. Los personajes siguen siendo robots sin expresión que flotan por el mundo, de eso no hay ninguna duda. Pero debido a que el juego transcurre en la nórdica provincia de Skyrim, el sabor escandinavo le brinda al juego una personalidad que ha estado ausente desde Morrowind. Oblivion, en particular, con su representación de Cyrodiil (la provincia capital del mundo de Tamriel) te mataba del embole con uno de los escenarios de fantasía medieval mas genéricos jamas vistos.
Ahora tenemos un mundo con Jarls, vikingos en cueros, mamuts, barbas trenzadas, gigantes y muchos acentos nórdicos. Lo de los dragones es una gilada y por suerte se pueden jugar mil horas sin siquiera ver uno. Es increíble lo bien que funciona todo con tan solo un cambio de escenario y un poco mas de pilas con los actores de voz.
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También ayuda ser un profeta entre mortales. |
Por eso elabore un pequeño conjunto de reglas que, por ahora, me funcionan de maravilla en mí partida y que recomiendo poderosamente. A saber:
- Jugarlo en difícil. Sino, el combate no tiene sentido y sortear un calabozo no ofrece reto. Si levantarse supermodelos fuese fácil, nadie tendría posters de Pampita.
- No usar internet. Esta es la mas difícil, ya que en muchos casos las descripciones de las quests o la interfaz juegan en contra, pero es preferible dar vueltas media hora en un dungeon que alt-tabear y sacarle toda la mística al asunto fijándote en una wiki si te conviene ayudar o matar a fulano.
- Jugar sin quicksave. Con un toquecito a F5, nuestro progreso esta mágicamente asegurado y cada pelea es cuestión de tiempo. Hay que aventurarse a valerse tan solo del auto-save para que los enfrentamientos tengan peso. Tampoco vale cargar una partida vieja para probar que pasa si hacemos las cosas distintas, hay que bancarsela y atenerse a las consecuencias.
- Ponerle rol. Yo me hice un Nord con cara de pirata del asfalto y decidí inmediatamente que voy a apoyar a la facción separatista que lucha contra los realistas. Esto significa que si un solado imperial me ofrece una quest, lo mando bien a la concha de su hermana. No digo que hagan lo mismo, pero si toman una decisión de entrada, por mas obtusa que parezca, y verán pronto que hay suficiente contenido en el juego como para acomodar casi cualquier personaje.
Los invito a que pasen por los comentarios a aportar sus reglas internas para maximizar la experiencia y que entre todos podamos establecer un moralismo elitista para maltratar a nuestros amigos cagones que juegan todo en fácil. En el peor de los casos, estaríamos armando una buena manera de encausar un poco el salvaje torrente de contenido que ofrece Skyrim.
Juan Pablo Bouquet es conocido por aferrarse a sus decisiones como un religioso ortodoxo. Por lo que crear discusiones con él puede llegar a ser más divertido que este mismo juego. Dejen sus comentarios separatistas para pasar un buen rato.
2 comments:
Muy buena reseña, no soy rolero, pero por lo que lei veo que es una linda joyita para cualquier amante del genero.
No se si me hice viejo, pero ya me da paja mental el pensar en un juego tan grande y con tantas opciones de personalización.... :(
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