Uncharted 3: Drake's Deception - Análisis


A la hora de tirar la carne al asador, Sony y Naughty Dog no se guardaron nada para Uncharted 3. Desde el primer segundo se puede percibir ese nivel de pulido que solo es posible en un juego insignia. Se trata tanto de un juego como de una prueba de concepto recurrente que demuestra lo que la maquina de Sony es capaz de hacer si uno le dedica la adecuada cantidad de recursos. La cantidad y calidad del contenido es absurdamente alta.

La formula sigue funcionando a la perfección: Un juego de tiros con cobertura excelente construido sobre un plataformero medio parkour con puzles y secuencias de pelea mano a mano. Es como un hombre orquesta que hace muchas cosas al mismo tiempo y las hace todas muy bien. La jugabilidad es fluida y estos distintos elementos se suceden entre si con un ritmo que casi ningún juego puede equiparar.


Uncharted salta y se mueve como ninguno.

Es una experiencia audiovisual tan rica que no necesita explicacion, la acción es tan delirante e intensa que cualquiera que nunca haya jugado un videojuego en su vida puede ser poderosamente sorprendido por lo que esta pasando en la pantalla. Una especie de homenaje al cine de acción en tiempo real que toca todos los cliches del género con altura y naturalidad. Uncharted no se la pasa intentando parecer una película de acción, es una película de acción. Pero al mismo tiempo, hay que recordar que por cada mina increible que uno ve por la calle, siempre hay un tipo cansado de cogérsela.


El principal problema de Uncharted 3 es que vive aplastado por su propio peso. La primer entrega fue excepcional y la secuela aun mejor, pero este tercer capitulo ya se enfrenta a una barra de calidad mas alta, una que ayudo a establecer en el segundo juego y que no intenta superar en este último. Las animaciones gestuales que te volaban la cabeza en 2007 hoy son meramente adecuadas al lado de L.A. Noire. El sistema de pelea era fabuloso en el primer juego, hoy palidece al lado de Batman: Arkham City. 

Con tanto sol en el desierto Uncharted igual palidece.

El fuerte de Naughty Dog siguen siendo las piezas fijas, y en esto Uncharted 3 brilla incandecentemente. Cada nivel esta plagado de secuencias muy cinematográficas que funcionan como un modificador a la formula de gameplay. En un nivel, escapamos a los tiros de un barco que se hunde, trepando por techos y paredes en un mundo que da vueltas. El tiroteo en el avión que se ve en los trailers es una montaña rusa que hay que ver para creer. Es en estos tiros libres, estas situaciones donde todo esta en su lugar y el guión se ejecuta a la perfección, donde ocurren los momentos mas memorables del juego.


En los margenes de esas piezas se encuentra un juego que es básicamente el mismo que hace cuatro años y que, a pesar de seguir siendo uno de los mejores titulos de acción jamas creados, muestra ciertas flaquezas después de tanto tiempo. A lo largo de la historia el elenco, ya conocido, cuestiona constantemente al protagonista y su obsesión por perseguir otro peligroso tesoro histórico y no puedo dejar de sentir que en cierto modo están hablando de la serie.

A pesar de todo, Uncharted tiene los huevos así de grandes.

Hoy Uncharted 3 tiene mucho valor para ofrecer, pero sin un conector narrativo que una a todos estos episodios  y sin una apuesta de gameplay nueva, corre el riesgo de terminar siendo un tributo a si mismo y perder el liderazgo que supo ganar al comienzo de esta generacion de hardware. 

Juan Pablo Konil es nuestro Bouquet de la casa. Semanalo todos los Tetabesters.

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